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No son pocos los grandes nombres que se han referido a la juventud como un momento de ebullición que se anhela una vez se esfuma. Ese puente entre el riesgo y la prudencia ha determinado el avance a lo largo de los siglos, porque de inexpertos curiosos surgen importantes mentes de progreso. Canteras como las de nude son el ejemplo idóneo de una filosofía que apuesta por el talento joven para sembrar el diseño español del futuro. Y tras 20 años, sus semillas no dejan de ofrecer buenas cosechas.
Ser joven o emprendedor en nuestra época no es tan sencillo como muchos tertulianos quieren hacernos creer. Crisis, pocas oportunidades laborales, escasa proyección de futuro y un sistema económico que se quiebra a cada rato. Pero como diría la famosa cita de Bolaño: “en este tiempo difícil para la juventud, minado por el desconcierto y la indignación, solo la literatura —o mejor dicho el diseño— pudo traer un poco de esperanza”.
Con la incertidumbre de una carrera recién terminada y el vértigo que propicia montar un sello propio, desde 2002 nude —salón fundado y coordinado por María Fontes— se ha encargado de ser una mano amiga que abre caminos e impulsa las relaciones entre creadores, escuelas y empresas. Un punto de encuentro experimental inserto en el contexto de la Feria Hábitat Valencia que, cada septiembre desde entonces, ha sido crucial para las carreras de muchos diseñadores a nivel nacional e internacional.
20 años es una mayoría de edad que manifiesta la importante trayectoria que nude lleva a sus espaldas. Una trayectoria que se vio homenajeada el pasado 23 de junio en el Centre del Carme con la inauguración de Nude Generation. 20 Years: un recorrido por su historia —con planteamiento expositivo de Odosdesign y dentro de la programación de World Design Capital Valencia— a través de 26 objetos seleccionados de entre sus ediciones. Diseños noveles de antaño que dieron el gran salto a la industria o a la autoedición; una prueba tangible del futuro existente en la cantera de nude, que este año se ha ampliado con su habitual exhibición en la Feria Hábitat Valencia.
Después de tres años de silencio, la irrupción de nude 2022 ha resucitado el ADN que siempre ha caracterizado a esta muestra: el ímpetu, las ganas de innovar y un enfoque sin restricciones creativas a la hora de mirar el porvenir del diseño como disciplina. A toda esta singularidad, se suman los materiales de Finsa, que sirvieron de marco y estructura para resguardar las piezas de los múltiples participantes dentro del recinto de Feria Valencia. Un encuadre que posiciona a la firma maderera gallega como una de las que más apoya la labor joven en este país.
Algo se saca en claro cuando se camina por nude: la creación contemporánea no olvida su procedencia, y por eso reivindica los procesos locales y artesanales en su labor. Este rasgo fue perceptible en las tumbonas Panama de Aggy, la marca que la diseñadora lituana Agota ha fundado junto a su padre y donde la inspiración morfológica reside en las tablas de surf. Una conquista para los exteriores.
Asimismo, la colección Prototipo de flic —firma en solitario de Borja Sepulcre— se concibió como un alegato de versatilidad técnica. Un conjunto donde artesanía e industria mantenían un diálogo lleno de éxito, transformado en la lámpara Cap, la banqueta balancín Bou y el revestimiento cerámico Sarab.
Por otro lado, los intrépidos integrantes de mudat studio nos devolvían al verano infinito en su butaca y mesa Verão: modularidad geométrica que potencia el azul estival. Y de manera veterana, Miguel Ángel Llácer expuso los juegos conceptuales de su firma Oh Si, poniendo al servicio del usuario la posibilidad de modificar el propio mobiliario en su sistema compositivo Ele-Mental o su mesa Eclipse.
En esa misma línea modular, el sofá Gredos de Dibloo se erigía como la sierra que le da nombre, uniendo sus partes, pero también pudiendo separarlas al gusto, como si su ensamblado de pins fuese fruto de auténticos movimientos geológicos. Y muy cerca, el diseño responsable de Allca completaba el paisaje con el simbolismo de Mindset: una alfombra tejida a mano artesanalmente con plástico reciclado capaz de influir en nuestro propio estado anímico.
De la calma de la naturaleza al estallido cromático en solo unos pasos: así nos lo planteó Culto Ponsoda en su viaje temporal al imaginario art decó y art Nouveau de su serie Boa, en la que las plumas conquistaban una luminaria y el mundo vedette se apiadaba de muebles de oficina.
Desde Barcelona, la editora Monolito de Borja Salanova declaraba una carta de amor a nuestros orígenes, algo presente en piezas como Raíces: una mesa elaborada en roble y vidrio y cuya estructura se ramifica de un modo preciso. Por su parte, el afán de Ester Cruz por encontrar soluciones a los problemas cotidianos se reflejó brillantemente en su botellero/bolso Vava: una forma única de transportar y servir el cava, aunque también en sus jarrones Cora, donde el degradado decorativo sirve para ocultar el elemento cónico que sujeta el ramo.
En la composición de nude, las escuelas poseen un peso importante, ya que es en ellas donde se forman los diseñadores el futuro. Es así como tres estudiantes del Máster en Diseño de Producto de la UCHCEU unieron fuerzas para mostrar sus propuestas bajo el nombre de Ampersand: Hahnen, una lámpara de influencia escandinava, La Blanca, una bandeja lúdica para organizar las especias y Kett, una solución luminosa y decorativa que proyecta diversos colores.
También la Escola d’Art i Superior de Disseny d’Alcoi sorprendió con trabajos como Chaos, de Carolina Chacón, una butaca que yuxtapone materiales como la madera y la lana, dando lugar a un asiento que traza un puente entre la esencia de los hermanos Campana y los relieves tejidos por Alexandra Kehayoglou en sus alfombras. Por último, en un extremo biofílico, la plataforma Intercrea de la Uji presentó Selvificar la casa, un proyecto sobre cómo la micronaturaleza puede ser útil a la hora de ocupar los hábitats residenciales. El desfile de maceteros, muebles, estantes y estructuras de los alumnos exhibían un objetivo en común: integrar la vegetación en los espacios del hogar y hacer de la naturaleza en los interiores un verdadero seguro de vida.
Deambular por nude de 2022 ha supuesto un avistamiento de talento joven y de creadores que incorporan procedimientos sostenibles cuando llevan a cabo su práctica. Otros buscan soluciones cotidianas desde la sencillez y el ingenio. Y algunos impregnan su obra de matices históricos, de nuevas apreciaciones y de un lenguaje que va más allá de la mera funcionalidad. Como dijo Victor Hugo, “en los ojos del joven, arde la llama”. Seguro que pronto veremos a esta generación extender su fuego allá donde vayan.
Conoce los 14 diseños imprescindibles de la Feria Hábitat Valencia.
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